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Un grupo de almanseños participa en la Survivor Race de Alicante

El sábado 15 de abril se celebraba en Alicante la primera de las cuatro pruebas que completan el Circuito Survivor Race 2023, una prueba de deporte extremo que congrega a un buen número de deportistas con ganas de pasarlo en grande mientras demuestran que en el deporte es fundamental la fuerza, la tenacidad y sobre todo el pundonor.

El evento se llevaba a cabo en el Campo de Fútbol ‘La Cigüeña’ de la capital alicantina, teniendo como grandes protagonistas de la prueba el barro, la naturaleza y un gran número de obstáculos por superar para todos los participantes. La carrera está diseñada para todos los públicos y todos los niveles, desde principiantes a deportistas que entrenan de forma constante y se trata de una prueba que va más allá de una carrera de obstáculos, para convertirse en una experiencia de superación, compañerismo y diversión.

La distancia Human con 20 obstáculos y un recorrido aproximado de 6 kilómetros, pensado para todo el mundo, sin importar demasiado la forma física de los atletas, pudiendo participar de forma individual o en grupo. Mientras que la distancia Hero cuenta con 25 obstáculos repartidos en un circuito de más de 10 kilómetros.

Hasta Alicante viajaban varios deportistas de nuestra localidad, formando un nutrido grupo que representaba al Box de CrossfitCrossBox Almansa”: Daniel Cuenca, Antonio Cuenca, Clara Honrubia, José Ángel Izquierdo ‘Capi’, Juanjo Sánchez, Carlos Alberto Intriago, Álvaro Hernández.

Los almanseños participaban en la categoría Human, donde les esperaban seis kilómetros de secarral bajo un sol de justicia a mediodía. Los representantes de CrossBox Almansa acudían con muchos nervios a la prueba, pero también con muchísima ilusión y sobre todo, con ganas de pasarlo en grande en una jornada tan dura como divertida.

Vallas de madera, anillas colgantes, alambradas, cuerdas, redes… Obstáculos que solo pueden sortearse con espíritu de superación, con la adrenalina por las nubes, pero sobre todo con el compañerismo que mostraban todos los participantes, ayudando a amigos y desconocidos.

El recorrido terminaba por todo lo alto, con todos los deportistas embarrados hasta las cejas, pero con una sonrisa de oreja a oreja mientras cruzaban la meta en grupo y cogidos de las manos. Y por supuesto, con una buena cerveza.

(FOTOS: Álvaro Hernández)