NAD AL SHEBA, la visión de Mario del Pozo
Esta mañana al abrir la «redacción» de BalónParado.es nos encontrábamos en nuestro correo con una noticia peculiar, hace unos días os contábamos la victoria de Beatriz Laparra en Dubái, y hoy gracias al trabajo que nos ha enviado su autor, Mario del Pozo Martínez, podemos ver como vivieron este campeonato. Nos ha parecido un material de una gran calidad y puesto que la noticia la publica su autor, Mario del Pozo, en su blog personal, y nos la envía el propio autor para que la reproduzcamos en nuestra Web, hemos decidido reproducirla íntegramente para difundir el gran trabajo realizado en tierras árabes.
Día 2 de marzo de 2014, Emiratos Árabes, desierto de Dubai, Nad Al Sheba, medio millar de escopetas y 8 líneas de tiro que nunca olvidaremos.
Los campos fueron dispuestos en una zona proyectada para su construcción futura y sirvieron de escenario a este singular evento. Una carretera totalmente recta hacían de medianera de las líneas impares y las pares. Con orientación nordeste las líneas 1, 3, 5 y 7, y al suroeste las restantes. En dos rotondas a lo largo de esta carretera se instalaron dos baños constantemente atendidos por personal de limpieza y en la entrada de cada línea, un camarero invitando a té a los concurrentes.
Carpas de espera con sillas, armeros, agua y bebidas isotónicas frías durante toda la jornada al comienzo de cada línea. Intendencia que nos cobijó del implacable sol. Con puntualidad británica nos esperaba el equipo de árbitros chipriotas bajo su sombrilla y perfectamente avituallados. Más agua fría a mano para los tiradores, el atril dispuesto, cartuchos junto a cada puesto y máquinas nuevas con el muelle tenso y cargadas de platos negros reciclados.
LÍNEA 1.
Fue una de las líneas más temidas junto con la 5, y la 7. Ya solo el recibimiento que nos daba el plato A desde una torre amenazaba. ¿Quién dijo que las máquinas no se pueden inclinar hacia el suelo porque rompían? Aquí lo conseguían perfectamente y esta lanzaba endiabladamente un mini de izquierda a derecha con una caída de 45? que se incrustaba en una duna sin contemplaciones. Muy claro había que tener lo que había que hacer en esos platos porque el margen de error era mínimo.
Después de ese plato, y junto a otro de derecha a izquierda (D) que jugaba con nuestros sentidos porque no se apreciaba la distancia, lo más común era salir con 2 o 3 ceros del puesto.
En el siguiente puesto volvíamos a encontrar una torre (C) de izquierda a derecha, mini, con mucho muelle que daba cara unos 15 metros y pronto se ponía de canto. Mucho daño hizo en el score tanto en sencillo como en doble simultaneo con un rulo que ya lo tirabas cayendo y de hilo. Zero, zero era lo más repetido por el chipriota del atril.
Estos dos primeros puestos son los más asequibles comprarado con los dos últimos puestos, donde la dificultad hacían saltar las alarmas y liquidan con 16 platos buenos tiradores de la talla de Anthony Matarese porejemplo. Únicamente bueno tenía esta línea que se encontraba junto al depósito de armas y la buena vida que nos ofrecían los dubaitíes.
LÍNEA 2
Espectacular doble simultáneo de fosos desde la tarima. Mini y normal cruzándose a 5 metros de la escopeta. Mini a un metro de altura del suelo y normal a dos metros escorando a la derecha perdiéndose en el horizonte. Sólo se conseguía el doble bueno con mucha habilidad, decisión y rapidez.
Fue esta una de las líneas que más oportunidades daba pero curiosamente se fallaba en muchos casos un plato cercano y lento arrastrados por la agresividad del swing que requerían el resto de platos. Además se observaba claramente cómo los conejos debían recibir el disparo en su justa altura ya que intentar disparar debajo enterraba los plomos en la arena del desierto sin conseguir arrastrar el material que aquí suele ayudar a partirlo.
LÍNEA 3
Lo más parecido a lo que podemos encontrar en Europa y el resto del mundo. Teniendo en cuenta que dos ceros estaban prácticamente asegurados en el tercer puesto con un plato lanzado con escore a 50 metros del stand de tiro, era lo más común salir con dos plato buenos (A) que se repetía en sencillos y dobles, debido a que además contábamos con un plato (B) de izquierda a derecha sin mucha fuerza pero prácticamente de canto que comenzaba a caer justo en el mejor sitio de disparo.
Fue el cuarto puesto el más agradecido y bonito de la competición por su enclave. Sobre una tarima a los pies de un balcán de dunas, similar a una bañera, donde los platos entraban a ras del suelo de izquierda a derecha y viceversa.
LÍNEA 4
En mi memoria siempre quedará un doble simultáneo de verticales. De la máquina A, situada a 20 metros, escapaba un mini muy ascendente que se cruzaba en el mismo plano con un rulo (B) cuya lanzadera estaba a unos 30 metros. Prácticamente estaban alineadas una detrás de la otra y la gracia estaba en interpretar que ambos subían a similar altura pero uno escapaba y otro hacia una casi inapreciable comba que por la distancia requería pasar más de un metro además de bajar la mano.
Lo que estaba por llegar eran torres para todos los gustos. Alguna era lenta que descolgaba el plato dejando los tiros normalmente delanteros. Otras, las más comunes, rapidísimas lanzando el plato contra el suelo o al mismísimo emirato vecino. Los platos de escape eran de esos que, a pesar de estar muy próximos, nunca se ha de mirar a la máquina porque siempre ganaran a nuestro sentido de la vista dejándonos sin el más mínimo margen de corrección una vez el plato estaba en marcha.
Las líneas restántes más los play off y desempates os lo contaré con detalle en breve.
Fuente:
http://www.bbi.es/2014-01-13-13-40-07/blogs-1/mario-del-pozo-1/item/182-nad-al-sheba-asi-lo-vimos.html